viernes, 24 de julio de 2009

Aviones


Viajar en avión tiene algo de mágico, algo que trasciende a la cotidianeidad del día a día terrenal.

Al despegar, se abandona el lugar donde se desarrolla tu vida. Se abre un paréntesis en el que se atraviesan diversos territorios y fronteras hasta llegar a un lugar donde se desarrollará otro capítulo de tu vida. Es un paréntesis entre el pasado y el futuro. Un presente en forma de puente.

Para mí, lo mas fascinante e inquietante del vuelo, es experimentar cómo se puede viajar cómodamente en un entorno estándar y aséptico mientras, 8 km por debajo de la panza del avión se suceden episodios fascinantes y dramáticos.

Me resulta increíble cómo se puede sobrevolar en poco tiempo lugares inhóspitos o completamente saturados de vida. Lugares con paisajes increíbles, gentes en guerra o en la intimidad del amor. Teritorios arrasados por fenómenos naturales o por la mano del hombre. Episodios de violencia y represión, momentos de absoluta calma, enormes bancos de plancton submarino impulsados por el azar de las corrientes, exiguas poblaciones aisladas, mansiones, chabolas...Y todo, tranquilamente sentado, tomando un whisky con hielo.

Mientras abajo un hombre está a punto de matar a otro por cruzar una frontera en busca de una vida mejor, tú lloras viendo una película “made in Hollywood”.

Mientras, pocos quilómetros más abajo, alguien muere por no poder alimentarse, tú eliges entre pollo y pasta y dejas la mitad de la comida entre un montón de plásticos rebeldes e indestructibles.

Mientras, abajo, un hombre explota a otro para obtener un mineral fundamental para los componentes tecnológicos, yo escribo este texto desde mi computadora compuesta por dicho material.

De un aeropuerto a otro aeropuerto, que son el mismo aeropuerto. El mundo se hace pequeño, a la vez comprensible y a la vez absurdo.

8 km y poco más de 1.000 euros hacen la diferencia entre el cielo y la tierra.

Texto de un amigo, Gabriel Fernández

7 comentarios:

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

je besos y amor para ti y tu amigo.
je

El lobo estepario dijo...

Gracias guapa.

Senior Manager dijo...

Una lectura que invita a reflexionar sobre los axiomas que componen la vida y sobre las tragedias ajenas que ocurren cada segundo, pero de las que nunca nos enteraremos.

Un viaje en avión es un vuelo sobre la realidad de otros humanos luchando por forjar la suya.
SM

Martikka dijo...

Cierto que un viaje en avión es algo en parte mágico y que te lleva a pasar "por encima" de otras realidades, de tormentas y lluvia que caen sobre la cabeza de otros mientras tú desenvuelves el bocadillo que te acaban de servir y esperar llegar en unas horas a la otra parte del mundo, quizás donde recibirían con ganas las migajas que van cayendo...

El lobo estepario dijo...

Hola Senior, ahí andamos, en las nubes...

Un abrazo.

Hola Martikka, los lobos somos más de pisar suelo firme...

Un abrazo.

Jurema dijo...

Da repelús ver y sentir ese gigante!!

Cuando ves desde arriba nuestra pequeñez te das cuenta de lo limitada que nos hacemos la vida y lo simple que podría ser dar más de nosotros ...

En mi casa hay un presente para ti, (arriba a la derecha)

Un abrazo grande

LoliG dijo...

Un vuelo en avion es una mescla de placer adjunto a un terrible panico que nos produce estar a tanto kilometros del suelo..al que tratando de que el trayecto se nos acorte con una buena conversación con nuestro..acompañante...un libro..o cerrando los ojos pensando en la pronta llegada de nuestro destino.
Sin tiempo a pensar..las calamidades que hay debajo de la panza de mi avión...
algunas veces el miedo...no te deja pensar...
ey lobito.una caricia desde las nubes ;-)