martes, 16 de marzo de 2010

Educación sin fronteras.


La educación es síntoma y/o consecuencia del sistema. Producir-consumir. Y en esa constante hay muy poco espacio para la libertad, la creatividad y la individualidad. ¡Porque sería peligroso para el sistema! ¿Quién querría poner un filtro de aire cada 45 segundos en una cadena de montaje...? ¿Hay algo más alejado que eso de la creatividad?

Llevamos muchos años hablando de niños hiperactivos... ¿No serán las escuelas que son hipoactivas? ¿Qué hace un niño tantas horas sentado escuchando a un maestro? Recomiendo leer la obra de Howard Gardner, entre ellas " Inteligencias múltiples". Un niño con una inteligencia kinestésica no puede estar tantas horas sin moverse. Un niño con una gran inteligencia emocional y/o relacional no puede estar callado tanto tiempo...etc. ¿Tenemos los maestros adecuados? ¿Los recursos? ¿Qué saben los políticos al margen de adoctrinar y malgastar?

Enseñamos a obedecer, cerrando todos los caminos que no sean marcados por el programa educativo de turno. Convirtiendo a los niños en seres asustadizos, nada aventureros, temerosos al cambio, unidireccionales y adormilados. Ovejitas del sistema.

Estos políticos que hablan de I+D deberían de percatarse que la mejor forma de innovar y desarrollar un país es apostando por la educación. Pero para ello necesitaríamos unos políticos desarrollados, y estos siguen siendo una pandilla de subdesarrollados.

A los papás les diría que no conviertan las casas o pisos en cárceles...- cuidado con el parquet, no pintes aquí... no pintes allí. El que quiera vivir en un museo que no tenga hijos. No les coartemos la creatividad. Si quieren hacer un graffiti en el comedor pues adelante... Debemos de darles espacio para la equivocación, para el ensayo error, para que aprendan de su propia experiencia.

La educación ha de dar cabida al autodescubrimiento y al autodesarrollo.

sábado, 6 de marzo de 2010

Amor, sexo y libertad


Cuando la razón se inmiscuye en planos que no son de su competencia suceden terribles y peligrosas aberraciones.

Una de ellas es el sexo envasado, el cual a lo largo de la historia ha tenido perversas utilidades, ya sea por el poder eclesiástico, el económico o el político.

Algo sano y natural, facilmente transcendente se ha convertido en una obsesión, en una patología.

Pero ya sabemos que aquí todo se vende y todo se compra… así nos va.

El sexo sin amor sólo es tal cuando es producto de los condicionamientos de la mente, cuando es una falsa necesidad mental.

Pero cuando el sexo proviene de una actitud natural y libre jamás es sin amor. Una persona sana y no fragmentada siempre actúa con amor. Para que sea amor no es necesario un contrato y 50 años de matrimonio. El amor debe de ir siempre con nosotros.

Las perversiones sexuales tan de moda últimamente son fruto de un ambiente de no libertad, en la que todas las instituciones; religiosas, educativas, económicas y políticas quieren “venderte algo”. Es muy difícil escaparse a eso y vivir en libertad.

El camino está en lograr esa ansiada libertad.

Mucho amor para tod@s.